“La innovación distingue a un líder de un seguidor”. Steve Jobs, fundador de Apple.
Tal vez te suenen familiares los nombres Hotmail, Google, Amazon, Starbucks, Facebook o Apple. Estos nombres forman parte de una enorme lista de empresas que fueron financiadas por inversionistas ángel en su etapa temprana, es decir, individuos que creyeron en su potencial, y les dieron el “capital semilla” que estas aventuras empresariales requerían para iniciar. Estos inversionistas forman el primer eslabón de la cadena de la industria de capital de riesgo (venture capital); industria que permitió el surgimiento no únicamente de empresas como las mencionadas, sino de todo un conjunto de sectores tecnológicos y de servicios que no encontraban recursos económicos, estratégicos y financieros para ser detonados.
Recordemos que la creatividad y las invenciones sólo se convierten en innovación cuando llegan y prosperan en el mercado en forma de productos y servicios que brindan valor agregado a los consumidores. La innovación puede ser generada por empresas establecidas o por nuevas empresas que son creadas por emprendedores dispuestos a materializar estas oportunidades de negocio. Tal vez, los emprendedores que fundan nuevas empresas sean quienes reciben mayor atención en el tema de la innovación. Sin embargo, existe otro perfil de emprendedor, aquellos que tienen recursos económicos, estratégicos y financieros, menos conocidos, pero que han sido pieza clave en la generación de la innovación, los inversionistas ángel. Pero, ¿qué son los inversionistas ángel?
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